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La mecanización de suelos, ha sido un avance significativo para el sector de la agricultura y la preparación de suelo, permitiendo reemplazar los trabajos de limpieza y descapote que se realizaban frecuentemente de forma manual, por la implementación de maquinaria que optimiza los tiempos y reduce costos en la limpieza del terrenos, movimiento de tierra y excavación del suelo.
Frecuentemente, en sectores agropecuarios pequeños y medianos, se emplea la mano de obra y trabajo de colaboradores para atender a los procesos previos a la siembra, como picar, despicar y troncar el terreno. Procesos fundamentales que permiten que los cultivos absorban los nutrientes necesarios del suelo y sean más provechosos.
No obstante, cuando este trabajo se realiza de forma manual, se necesita contar con varios empleados y disponer de días o semanas en la preparación del suelo (según el área del terreno y el cultivo) para cumplir el objetivo. Tiempo y costos que se pueden reducir y mejorar con el uso de máquinas de trabajo pesado en la zona de campo.
En demoliciones FE, contamos con una amplia flota de maquinaria que nos permite trabajar el suelo, para la optimización de terrenos y áreas agrícolas en trabajos como; creación de zanjas, limpieza de terrenos y desagües, mantención de caminos, compactación del suelo, movimiento de tierra y excavaciones.
En este artículo, pretendemos contextualizar los tipos de suelo que se hacen presentes en los procesos de agricultura y la importancia de la preparación y limpieza de los suelos para una siembra exitosa.
¿Cuál es la preparación de suelo agrícola?
Cuando el suelo tiene como finalidad los procesos agrícolas, se hace un estudio previo de la fertilidad y tratamiento del suelo para ser intervenido y preparado o si necesita la ayuda de agentes químicos estimulantes y abonos naturales y material orgánico.
Adicionalmente, se debe hacer un estudio del suelo para reconocer las propiedades y características como: la presencia de agua, tipo de roca, humedad presente y la circulación del aire presente. Esto nos dará también una guía sobre el proceso de siembra y la fertilidad de la tierra para el proceso que se quiera usar.
Inicialmente, para cualquier proceso agrícola como la siembra, o los cultivos de cobertura, es necesario hacer una limpieza del terreno mecanizada (generalmente con excavadoras) puesto que se puede hallar: árboles, maleza, plantas o tocones.
Este proceso lo conocemos como descapote y desbroce, y utilizamos maquinaría como la excavadora y retroexcavadora que permiten que sea más rápida la gestión. Al tiempo que remueven la capa superficial de la tierra, se carga el material en la cucharilla para posteriormente depositarlo en los camiones tolva.
Este proceso les permite a nuestros clientes ahorrar dinero que se emplearía en pagos por trabajo manual con azadones, rastrillos y palas, así como optimizar tiempos de trabajo y siembra.
¿Cuál es la importancia de la preparación de los suelos?
Para una siembra, la preparación de los suelos implica una gran responsabilidad ya que determinará el nivel de profundidad en que se deben poner las semillas y, por consiguiente, la absorción de nutrientes que estas recibirán para un óptimo crecimiento y desarrollo.
Adicionalmente, es muy importante verificar las zonas húmedas y con presencia de agua en el terreno ya que puede causar hundimientos o estancación, lo que dañaría la siembra o impediría un crecimiento sano.
Esto implicaría un proceso adicional para que se pueda drenar el agua presente como la construcción de camas adicionales o el desarrollo de una nivelación. Si no se identifican las zonas con presencia excesiva de agua en un futuro la siembra se verá afectada.
En estos casos, es recomendable llevar a cabo una excavación que permita ver hasta qué punto o nivel se encuentra presente la humedad y en qué punto se vuelve demasiado árida la tierra para evitar que se formen excesos de terrones.
Estructura y composición del suelo
En todos los procesos de construcción y siembra, hemos podido ver las características propias que desarrolla el suelo por factores como la ubicación, clima, presencia de agua, humedad y características geográficas en general.
Estos factores determinan la composición del suelo y la presencia de roca sólida, así como arena, arcilla y limo. Para que la siembra o cultivo sea exitoso, el suelo debe contar con componentes orgánicos que le aporten los nutrientes necesarios a la siembra y terreno.
Antes de dar inicio a la siembra, se deben hacer estudios de suelos en laboratorios agrónomos que permitan identificar la composición y el suelo presente, ya que según el material presente podría haber poca fertilidad para el crecimiento adecuado de los cultivos.
Aunque esto no significa que no se pueda sembrar allí, este estudio nos indicará si por el tipo de suelo presente se requerirá un tratamiento adicional como la mezcla de materia orgánica, implementación de tubos de drenaje o un sistema de riego adicional.
Los principales nutrientes que debe tener un suelo para que las siembras sean exitosas son:
- Nitrógeno
- Potasio
- Cobre
- Molibdeno
- Cloro
- Azufre
- Magnesio
- Hierro
- Zinc
- Boro
Dentro de los suelos más frecuentes que se encuentran para procesos agrónomos están:
Arena
El suelo arenoso está clasificado como un suelo leve por su composición granular, textura gruesa con alta porosidad, puede presentar alta erosión por el agua si no está trabajado y abonado.
Así mismo, aunque es un suelo leve requiere de riegos constantes ya que absorbe agua de una manera acelerada. No es recomendable para plantas o cultivos que requieran alta hidratación. Es importante ayudarle con fertilizantes o abonos para su funcionamiento.
Adicionalmente, en el proceso de preparación de suelos, el suelo arenoso es un material muy moldeable cuando se debe hacer una excavación o movimientos de tierra, lo que facilita estas operaciones.
Limo
Este tipo de suelo es muy favorable para los cultivos y la siembra de hortalizas, verduras entre otras plantas. su comportamiento es fértil por la absorción de nutrientes y agua que tiene.
Su tamaño no supera los 0,05 milímetros y es sumamente ligero lo que hace que se transporte con corrientes de aire hacia zonas cercanas a los ríos, lo que aumenta su capacidad de retención de agua.
Arcilla
Los suelos arcillosos pueden presentar un problema con la absorción del agua por su composición de pequeñas partículas. Suelen requerir tratamientos con fertilizantes, adiciones de materia orgánica o excremento animal para ser tratados.
Debido a que su composición es principalmente de arcilla, se puede compactar en terrones e impedir un adecuado crecimiento de la siembra o germinación de las semillas
En demoliciones FE, contamos con una amplia flota maquinaria que nos permiten optimizar los trabajos de preparación de suelos para fines agropecuarios con la implementación de procesos de excavaciones y movimientos de tierra.
Si requiere más información o cotización sobre su proyecto, contáctenos para brindarle una asesoría a detalle.
Bibliografía
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